22 MITOS SOBRE EL SUICIDIO
Mitos y criterios científicos que hay que tener en cuenta
(Según Pérez Barrero, 1996, 2000)
- El que se quiere matar no lo dice. Al contrario, la mayoría de las personas que han cometido suicidio lo han comentado claramente o lo han insinuado previamente.
- Los que intentan el suicidio no desean morir, sólo hacen el alarde. Esta idea entorpece la ayuda a estas personas que no han encontrado otra alternativa que atentar contra su vida.
- Si de verdad se hubiese querido matar, habría utilizado un método más agresivo. El método elegido para el suicidio no refleja los deseos de morir de quien lo utiliza.
- Si una persona se repone de una crisis suicida, no corre peligro de recaer. No se debe bajar la guardia tras una crisis emocional con intento de suicidio, pues se puede repetir con peores consecuencias.
- Todo el que intenta el suicidio estará en ese peligro toda la vida. Las crisis suicidas tienen una duración indeterminada pero esto no significa que no se pueda trabajar en su prevención sin necesidad de proteger en exceso a la persona.
- Todo el que se suicida está deprimido. No todas las personas que se suicidan o lo han intentado están pasando por una depresión, sino que pueden presentar otro tipo de trastorno.
- Todo el que se suicida es un enfermo mental. No necesariamente hay que padecer un trastorno mental para cometer o intentar un suicidio.
- El suicidio se hereda. La probabilidad de que en una misma familia existan varios miembros con tendencias suicidas no implica que esto se deba a factores genéticos, sino más bien ambientales o relacionales.
- El suicidio no puede ser prevenido pues ocurre por impulsos.Antes de cometer el suicidio las personas muestran una serie de síntomas, llamados "síndrome presuicidal"; si se detectan se pueden llevar a cabo acciones preventivas.
- Al hablar sobre el suicidio con una persona que está en riesgo se le puede incitar a que lo realice. Está demostrado que hablar sobre el suicidio con una persona en riesgo reduce el peligro de cometerlo.
- Los que intentan el suicidio y los que se suicidan son individuos peligrosos puesto que del mismo modo que atentan contra su vida pueden atentar contra la de los demás. El suicidio es un comportamiento autoagresivo y, aunque hay personas homicidas-suicidas, no suele ser lo habitual.
- Una persona que se va a suicidar no emite señales de lo que va a hacer. Muchos suicidas expresan con palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta lo que va a ocurrir.
- El suicida desea morir. Por lo general, los suicidas tienen pensamientos ambivalentes. Si se producen cambios en su vida, es probable que opten por mantenerla.
- El que intenta el suicidio es un cobarde. El que intenta el suicidio es una persona que sufre.
- El que intenta el suicidio es un valiente. La valentía y la cobardía son atributos de la personalidad que no tienen que ver con el sufrimiento que implica el comportamiento suicida.
- Sólo los pobres se suicidan. Las personas que viven en una situación socioeconómica precaria son más proclives al suicidio, pero éste depende de muchas otras variables.
- Sólo los ricos se suicidan. El suicidio es una causa de muerte frecuente en paises desarrollados pero esto se debe a muchas variables psicológicas asociadas al estilo de vida.
- Sólo los viejos se suicidan. El suicidio es más frecuente entre la población más joven.
- Los niños no se suicidan. El suicidio se puede producir a partir de la adquisición del concepto de muerte.
- Si se reta a un suicida no se matará. Esto supone desconocer su vulnerabilidad, retarlo sería un acto irresponsable.
- Cuando una depresión grave mejora ya no hay riesgo de suicidio. Cuando una persona mejora, tras una grave crisis emocional, está en condiciones de llevar a cabo sus ideaciones suicidas, que aun persisten.
- Los medios de comunicación no pueden contribuir a la prevención del suicidio. La información adecuada y no sensacionalista es un poderoso aliado en la prevención del comportamiento suicida.
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