LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN DISTINTOS CONTEXTOS. JORNADAS INTERNACIONALES DE ANÁLISIS INTERDISCIPLINAR DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
Además de los proyectos gubernamentales, de las leyes y su aplicación, existen otras respuestas ante la violencia contra las mujeres en el mundo.
Durante las jornadas nos hemos podido acercar a algunas durante un corto pero impactante espacio de tiempo. La labor de organizaciones, fundaciones y la de investigadoras que se acercan a realidades olvidadas, silenciadas o impensables, nos ha hecho reflexionar y acercarnos a ellas, desde otra mirada, no sólo la profesional.
La fundación "El pájaro azul" apoya con sus proyectos a las mujeres congoleñas víctimas de la violencia sexual, utilizada como arma de combate. Inmaculada González-Carvajal nos recordaba que "Esperanza tiene nombre de mujer" y nos dejó una frase para la reflexión: "no debemos hablar de Derechos Humanos, sino de Deberes Humanos".
También la organización "Psicólogos sin Fronteras" desarrolla sus proyectos para combatir la violencia que afecta a las mujeres en Perú y Colombia.
Por otro lado, las investigaciones acerca de la realidad de las mujeres encarceladas demuestran que estas mujeres han sufrido una vida de maltrato, en sentido amplio. La reiterada experiencia de maltrato de estas mujeres les lleva a una trayectoria en la que es difícil no delinquir y esta vida delictiva es uno de los fracasos vitales de estas mujeres.
No disponemos de datos concretos y fiables en nuestro país acerca de la prevalencia de la violencia de género en mujeres con algún tipo de discapacidad (física o intelectual), mujeres sordas o mujeres ciegas.
A pesar de esta escasez de datos, las investigaciones señalan que es mucho más frecuente la violencia contra las mujeres si éstas sufren algún tipo de discapacidad.
En las mujeres que precisan cuidados es tan importante la violencia pasiva como la activa. La negligencia en los cuidados y el abandono emocional son dos expresiones de la violencia más cruel y, por desgracia, muy común.
Estas mujeres son muy vulnerables por las dificultades asociadas a la accesibilidad a la información, dificultades de comunicación y por la dependencia.
Invisibilidad, sobreprotección, prejuicios, falta de credibilidad y limitaciones en la petición de ayuda o de acceso a los mecanismos de protección, son comunes a las mujeres con discapacidad física, intelectual, sordas o ciegas.
Tener presente a este colectivo cuando hablamos de violencia contra las mujeres es darles voz, luz y capacidad para recordar que todas las mujeres son importantes en la lucha contra el maltrato.
La fundación "El pájaro azul" apoya con sus proyectos a las mujeres congoleñas víctimas de la violencia sexual, utilizada como arma de combate. Inmaculada González-Carvajal nos recordaba que "Esperanza tiene nombre de mujer" y nos dejó una frase para la reflexión: "no debemos hablar de Derechos Humanos, sino de Deberes Humanos".
También la organización "Psicólogos sin Fronteras" desarrolla sus proyectos para combatir la violencia que afecta a las mujeres en Perú y Colombia.
Por otro lado, las investigaciones acerca de la realidad de las mujeres encarceladas demuestran que estas mujeres han sufrido una vida de maltrato, en sentido amplio. La reiterada experiencia de maltrato de estas mujeres les lleva a una trayectoria en la que es difícil no delinquir y esta vida delictiva es uno de los fracasos vitales de estas mujeres.
No disponemos de datos concretos y fiables en nuestro país acerca de la prevalencia de la violencia de género en mujeres con algún tipo de discapacidad (física o intelectual), mujeres sordas o mujeres ciegas.
A pesar de esta escasez de datos, las investigaciones señalan que es mucho más frecuente la violencia contra las mujeres si éstas sufren algún tipo de discapacidad.
En las mujeres que precisan cuidados es tan importante la violencia pasiva como la activa. La negligencia en los cuidados y el abandono emocional son dos expresiones de la violencia más cruel y, por desgracia, muy común.
Estas mujeres son muy vulnerables por las dificultades asociadas a la accesibilidad a la información, dificultades de comunicación y por la dependencia.
Invisibilidad, sobreprotección, prejuicios, falta de credibilidad y limitaciones en la petición de ayuda o de acceso a los mecanismos de protección, son comunes a las mujeres con discapacidad física, intelectual, sordas o ciegas.
Tener presente a este colectivo cuando hablamos de violencia contra las mujeres es darles voz, luz y capacidad para recordar que todas las mujeres son importantes en la lucha contra el maltrato.
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