DIVERSIDAD SOCIOCULTURAL Y COHESIÓN SOCIAL: LA MEDIACIÓN COMUNITARIA COMO INSTRUMENTO PARA LA CONVIVENCIA
Ponencia de D. Carlos Giménez Romero. Catedrático de Antropología de la Universidad Autónoma de Madrid.
Asturias, ICAO, 24 de marzo 2014
La diversificación cultural, religiosa, lingüística, etc, en la que estamos inmersos en nuestros países europeos está siendo fuente de numerosos conflictos y dando lugar a corrientes ideológicas, políticas y sociales tendentes a la fragmentación, al rechazo, a la diferenciación y a la exclusión.
Intentar conseguir que esta diversidad entre culturas llegue a ser un elemento enriquecedor, de crecimiento, dentro de un espacio de convivencia en paz, es todo un reto.
Giménez indica que, para ello, hay que trabajar lo local, desde el barrio y sus actores para llegar a toda la ciudadanía.
Señala que el interculturalismo, que tuvo un gran avance en los años 60 y 70, no llegó a prosperar hasta nuestros días, debido a que puso su acento en las diferencias.
Es necesario apostar por la multiculturalidad, enfatizando lo común, proponiendo una ética global para identificar los valores comunes a toda la comunidad y replanteándose una nueva ciudadanía, bajo el concepto de supranacionalidad.
Se trata de aplicar los dos primeros artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
La mediación tiene una potencialidad especial para el encuentro entre culturas.
Instrumento clave para fortalecer, organizar y capacitar el desarrollo comunitario, la mediación comunitaria se define más allá del conflicto.
Tiene como misión prevenir, regular o resolver desajustes, tensiones y conflictos de la vida comunitaria a fin de reestablecer la cohesión, ejercer la ciudadanía e impulsar la convivencia.
Se trataría de ver el conflicto como una oportunidad para promover cambios en los patrones relacionales, culturales y estructurales de la sociedad, buscando una transformación que perdure más allá de la intervención mediadora.
En palabras de John Paul Lederach: "la confluencia intencionada de personas y procesos de relación improbables, para sostener el cambio constructivo, reducir la violencia y aumentar el potencial y la práctica de la justicia en las relaciones humanas".
Intentar conseguir que esta diversidad entre culturas llegue a ser un elemento enriquecedor, de crecimiento, dentro de un espacio de convivencia en paz, es todo un reto.
Giménez indica que, para ello, hay que trabajar lo local, desde el barrio y sus actores para llegar a toda la ciudadanía.
Señala que el interculturalismo, que tuvo un gran avance en los años 60 y 70, no llegó a prosperar hasta nuestros días, debido a que puso su acento en las diferencias.
Es necesario apostar por la multiculturalidad, enfatizando lo común, proponiendo una ética global para identificar los valores comunes a toda la comunidad y replanteándose una nueva ciudadanía, bajo el concepto de supranacionalidad.
Se trata de aplicar los dos primeros artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
Artículo 1.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2.
Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
La mediación tiene una potencialidad especial para el encuentro entre culturas.
Instrumento clave para fortalecer, organizar y capacitar el desarrollo comunitario, la mediación comunitaria se define más allá del conflicto.
Tiene como misión prevenir, regular o resolver desajustes, tensiones y conflictos de la vida comunitaria a fin de reestablecer la cohesión, ejercer la ciudadanía e impulsar la convivencia.
Se trataría de ver el conflicto como una oportunidad para promover cambios en los patrones relacionales, culturales y estructurales de la sociedad, buscando una transformación que perdure más allá de la intervención mediadora.
En palabras de John Paul Lederach: "la confluencia intencionada de personas y procesos de relación improbables, para sostener el cambio constructivo, reducir la violencia y aumentar el potencial y la práctica de la justicia en las relaciones humanas".
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