PSICOLOGÍA AMBIENTAL: ESCENARIOS DE INVESTIGACIÓN E INTERVENCIÓN
"Somos los lugares que habitamos".
Los lugares tanto naturales como construídos están estrechamente relacionados con la actividad humana.
Para comprender las redes de significación que las personas tejen (M. Weber) es necesario referirse al entorno en que esas redes se alojan.
La Psicología Ambiental estudia los procesos psicológicos que influyen el comportamiento en relación al contexto o ambiente en que se produce.
Según Uzzel (2009), cualquier ambiente social está influenciado por el contexto físico y, de igual modo, cualquier ambiente físico está dotado de significado social a través de la cultura.
En este artículo, J. A. Corraliza se centra en dos dimensiones de la Psicología Ambiental: las relaciones de las personas con el medio construído y con el medio natural.
La ciudad ha sido concebida como un espacio donde satisfacer determinadas necesidades productivas y eficiencia de los servicios, y sigue siendo un importante indicador de modernidad.
A pesar de ser un hábitat para la sociedad moderna, las grandes concentraciones metropolitanas, en las que los espacios públicos son cada vez menores, se convierten en lugares sin significación, vulnerables y que hacen vulnerables a las personas.
Precisamente uno de los temas en los que se ha centrado la investigación en Psicología Ambiental son los espacios urbanos y cómo existe una tendencia a la homogeneización, a la pérdida de los rasgos de identidad propios de cada ciudad. De este modo, las urbes se erigen en lugares genéricos que provocan rechazo.
En una investigación reciente (Felonneau, 2004) se constata que la ciudad ideal, la que tiene un mayor atractivo, es la "no-ciudad", aquella cuyos rasgos son menos urbanos.
Por ello, la Psicología Ambiental desarrolla su investigación en conceptos psicoambientales como la sobrecarga informativa, la legibilidad y el sentido del lugar.
La profusión de estímulos (auditivos, visuales, sociales) propios de la vida urbana, obligan a las personas a ejercer un mayor control o a la necesidad constante de toma de decisiones, produciendo una reducción de la capacidad atencional y un aumento significativo de la fatiga o el estrés ante esta sobrecarga de información.
La legibilidad hace referencia al reconocimiento del espacio urbano de forma distintiva, a aquellos rasgos que hacen diferente una ciudad de otra.
El sentido del lugar es la identificación con el lugar que se habita, los sentimientos y actitudes que suscita.
Otro tema importante de investigación en la Psicología Ambiental es la relación entre el ser humano y el medio natural.
Distintas investigaciones concluyen que los paisajes naturales son más preferidos y tienen efectos más beneficiosos para la salud que los paisajes urbanos.
El contacto directo o visual con la naturaleza ofrece efectos positivos para el ser humano.
En la ciudad, la sobrecarga de estímulos agota los recursos físicos, psicológicos y sociales de las personas. Si estos recursos no se recuperan la salud se puede resentir.
El proceso de restauración de dichos recursos se puede llevar a cabo de distintas formas, una de ellas es el contacto con ambientes naturales.
La preferencia por los paisajes naturales y su capacidad restauradora (tanto física como psicológica) se explican tanto por el papel que juegan parámetros y aspectos físicos del entorno, como por variables percibidas con las cuales las personas describen los paisajes.
Por ello, en el ámbito urbano es necesario promover e contacto de las personas con ambientes naturales.
No menos importante para la calidad de vida en las ciudades es la generación de espacios públicos óptimos, espacios cuya funcionalidad esté relacionada, en cierta medida, con aspectos emocionales (que sean estimulantes, agradables, seguros, llamativos), es decir, que sean óptimos para algo y para alguien.
Para más información sobre la Psicología Ambiental:
http://psicologia-ambiental.com/Otro tema importante de investigación en la Psicología Ambiental es la relación entre el ser humano y el medio natural.
Distintas investigaciones concluyen que los paisajes naturales son más preferidos y tienen efectos más beneficiosos para la salud que los paisajes urbanos.
El contacto directo o visual con la naturaleza ofrece efectos positivos para el ser humano.
En la ciudad, la sobrecarga de estímulos agota los recursos físicos, psicológicos y sociales de las personas. Si estos recursos no se recuperan la salud se puede resentir.
El proceso de restauración de dichos recursos se puede llevar a cabo de distintas formas, una de ellas es el contacto con ambientes naturales.
La preferencia por los paisajes naturales y su capacidad restauradora (tanto física como psicológica) se explican tanto por el papel que juegan parámetros y aspectos físicos del entorno, como por variables percibidas con las cuales las personas describen los paisajes.
Por ello, en el ámbito urbano es necesario promover e contacto de las personas con ambientes naturales.
No menos importante para la calidad de vida en las ciudades es la generación de espacios públicos óptimos, espacios cuya funcionalidad esté relacionada, en cierta medida, con aspectos emocionales (que sean estimulantes, agradables, seguros, llamativos), es decir, que sean óptimos para algo y para alguien.
Para más información sobre la Psicología Ambiental:
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