DECÁLOGO DE CALIDAD ESCÉNICA DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS. J.A. CORRALIZA

Las personas hacen las ciudades; luego, las ciudades determinan la forma de ser de las personas.

  La accesibilidad, el atractivo y la ocupación de los espacios públicos constituyen elementos centrales de la calidad de vida urbana.

  Actualmente, a la hora de evaluar la calidad escénica de los espacios públicos se suelen tener en cuenta no solo los elementos formales, sino también su dinámica y funcionamiento.

  Corraliza propone diez criterios para mejorar la calidad de los espacios públicos urbanos:

1. Espacio saludable. El espacio público ha de ser higiénico, con elementos que eviten la contaminación.

2. Adecuado nivel de mantenimiento. Es importante preservar el espacio público y progerlo de la degradación, sobre todo, si el espacio tiene elementos naturales.

3. Espacio seguro. El espacio urbano ha de constituir un refugio para el ciudadano frente al riesgo de convertirse en un ghetto.

4. Equilibrio entre legibilidad y misterio. El espacio público ha de ser interpretable, para ello debe contener una estructura diferenciada e información básica de los elementos que lo componen.

5. Escala intermedia. El tamaño del espacio público ha de permitir un uso adecuado del mismo.


6. Espacio mezcla de usos y usuarios. El espacio urbano ha de contener la cualidad de la diversidad, en dos acepciones: diversidad espacial (espacio natural y construído) y diversidad social (uso por distintos usuarios o para distintas actividades).
 
7. Espacio productivo. El espacio urbano debe estar orientado a promover su uso.

8. Oportunidad recreativa. Debe contener elementos de recreo y entretenimiento con la finalidad de que los usuarios recuperen el equilibrio psicológico amenazado por la sobrecarga estimular, propia de la vida urbana.

9. Espacios atractivos. El espacio urbano debe ofrecer escenarios atractivos por su belleza. El uso de diversas formas, texturas, tonalidades combinadas, proporciona un valor añadido al espacio urbano.

10. Evaluación y gestión de espacios públicos. El espacio urbano ha de ser objeto de un cuidadoso y detallista programa de seguimiento para preservar sus cualidades originales o para corregir sus deficiencias o deterioros derivados del uso por los ciudadanos.