ABORDAJE DEL ACOSO ESCOLAR. CONSIDERACIONES Y RECOMENDACIONES


  El acoso escolar nos plantea tantas dudas como preocupaciones. En primer lugar, debemos considerar qué se entiende por "acoso escolar", en segundo lugar, no es menos importante tener en cuenta que los actos así considerados son realizados por menores contra menores, y en tercer lugar, el entorno donde esto sucede es el recinto escolar, un lugar donde los/as niños/as se encuentran bajo la responsabilidad y la tutela del profesorado con todas las implicaciones legales que conlleva. 

  Recogemos dos de las definiciones sobre acoso escolar o bullying, en las que se destaca la continuidad en el tiempo y el desequilibrio de poder.


   "El acoso escolar es un acto o una serie de actos intimidatorios y normalmente agresivos o de manipulación por parte de una persona o varias contra otra persona o varias, normalmente durante un cierto tiempo. Es ofensivo y se basa en el desequilibrio de poderes." (Sullivan, Cleary y Sullivan, 2005)

"Bullying o acoso escolar es una agresión repetida y por un periodo de tiempo prolongado de parte de uno o más estudiantes hacia otro. Se agrede con la intención de hacer daño o producir incomodidad a la víctima. Se puede hacer de cuatro formas diferentes:
-Agresión física: acciones contra la persona (patadas, palizas, golpes con objetos, empujones, tirarla al suelo, arrinconarla contra la pared, etc) y contra sus propiedades (robarle, estropear sus pertenencias o esconderlas con el fin de hacer daño...)
-Agresión verbal: insultos, motes, hablar mal de esa persona, difundir rumores y calumnias, burlas...
-Agresión social: excluirla del grupo, no dejarle participar, aislarla, marginarla, excluirla, ignorarla...
-Agresión psicológica: humillarla para atacar su autoestima, amenazarla para crearle inseguridad y miedo..." (Garaigordobil, 2011)

 Detectar el acoso escolar no suele ser tarea fácil, ya que los propios mecanismos utilizados contra las víctimas pueden hacer que éstas se consideren culpables o incapaces de denunciar lo que les está ocurriendo, silenciando el maltrato.

 Al tratarse de menores, es muy importante tomar todos los datos aportados con enorme cautela, ya que no sólo se debe velar por la integridad y la seguridad de la persona agredida, sino también por los derechos que amparan al supuestamente agresor, siendo prioritaria una intervención adecuada, a fin de establecer medidas preventivas de dichos comportamientos.

  Es importante actuar cuanto antes para verificar si se puede estar produciendo un supuesto acoso (no todos los comportamientos inadecuados entre los escolares se pueden tipificar así). Cuando el/la niño/a muestra señales de que algo no va bien en el cole (o en el instituto) es momento de observar qué está ocurriendo, preguntar al menor o hablar con sus profesores.

   Si el/la niño/a presenta un importante malestar, se niega a ir al colegio, realiza comentarios sobre malos tratos, presenta alguna señal física de posibles golpes, rotura de ropa, etc, la familia registrará en una agenda todos los hechos por escrito.
  En dicha agenda constará la fecha y todas las situaciones referidas por el/la niño/a o detalles que llamen la atención y pondrá en conocimiento del centro educativo estos hechos.

   Es labor del centro educativo velar por la seguridad de los/as niños/as. La mayoría de los centros recogen en su normativa un Plan Integral de Convivencia, que se incorporará al proyecto educativo de los mismos, dentro de su Reglamento de Régimen Interior.

   En el caso de que, desde el centro educativo no se dé una respuesta apropiada (se niegue o minimice el acoso, se tenga conocimiento de lo que está ocurriendo pero no se adopten medidas, etc.), se debe presentar escrito a través del registro del centro educativo, en el que consten todas estas circunstancias. Si no se obtienen resultados de este modo, quedaría la denuncia a la Inspección Educativa correspondiente o directamente a Fiscalía de Menores.

  El acoso escolar no debe ser minimizado ni trivializado por parte de la familia ni por parte de los centros educativos. No debemos olvidar que las agresiones se producen de menores a menores y esto significa que se debe actuar con todos/as los/as niños/as implicados/as.

  También las familias han de ser protagonistas y tomar la responsabilidad de que los/as supuestos/as agresores/as se conciencen del daño causado, si fuese preciso, buscando ayuda profesional. No se les ayuda negando los hechos cometidos. 

  La impunidad de estos actos es la peor de las agresiones, pues vulnera los derechos de las víctimas y menoscaba la posibilidad de aprendizaje de otros estilos comportamentales en los/as acosadores/as.

  La intervención temprana con los/as niños/as, chicos/as que agreden a otros es un derecho ineludible para ellos/as.

  En muchas ocasiones, estos comportamientos pueden ser atajados a través intervenciones de promoción de la convivencia pacífica en las aulas.

   No se trata sólo de aplicar correctivos y de expulsar a quienes acosan, esto llevará el problema a otro lugar pero no lo solucionará. Se trata de una actuación conjunta y conciliadora, donde la violencia no tenga ningún sentido ni cumpla ninguna función para quienes la ejercen y que fomente la seguridad en los/as acosados/as, para que se puedan sentir más fuertes y, sobre todo, escuchados y comprendidos.


Páginas y teléfonos de interés relacionados con el acoso escolar:

ACAE. Asociación Contra el Acoso Escolar.
Teléfono: 699 878 007 Encarna García

http://www.acoso-escolar.es/acoso-escolar.php

bitacoraacosoescolarbullying.blogspot.com




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