RELACIÓN ENTRE ENTORNO E INFANCIA DESDE LA PSICOLOGÍA AMBIENTAL
El comportamiento humano está interrelacionado con el espacio en el que tiene lugar; lo que una persona hace o siente forma parte indisociablemente del entorno en el que se desarrolla y esas creencias, acciones o sentimientos influyen en la adopción de valores o estilos de vida pro-ambientales. Los niños y las niñas no son ajenos a estas influencias y existen evidencias empíricas de que el contacto con la naturaleza les reporta beneficios. La población infantil que vive en las grandes urbes ha aumentado progresivamente en los países industrializados. La creciente urbanización conlleva un menor contacto con el medio natural. Esta circunstancia hace que los/as niños/as se desarrollen y realicen sus actividades la mayor parte del tiempo en espacios cerrados y alejados de elementos naturales. Aunque la ciudad contemporánea es, por lo general, un gran recurso para la mejora de la vida humana, crea, a su vez, una sensación de dependencia y de falta de control,